El Centro de Documentación del Agua y el Medio Ambiente (CDAMAZ) dependiente del Ayuntamiento de Zaragoza, ha puesto en marcha con gran éxito el laboratorio ciudadano CIBICO, fruto de la metodología de laboratorios ciudadanos en bibliotecas, impulsada desde el Ministerio de Cultura y que cuenta con el apoyo y la asesoría del Grupo de Trabajo Estratégico de Laboratorios Bibliotecarios del Consejo de Cooperación Bibliotecaria (CCB).
Ante el reto climático, las acciones individuales suman, pero lo realmente transformador es lo comunitario. Esta es la idea principal del proyecto, tomada del ambientólogo y divulgador Andreu Escrivà, que esta biblioteca especializada en naturaleza, medio ambiente y sostenibilidad intenta impulsar reabriendo las puertas a la ciudadanía. Desde CDAMAZ se buscaba también la oportunidad de enmarcar CIBICO en las estrategias ambientales de la ciudad, tales como Zaragoza Climáticamente Neutra para 2030.
Además, CIBICO contó con el apoyo del Laboratorio Aragón Gobierno Abierto (LAAAB) y de la Oficina Técnica de Transparencia y Gobierno Abierto del Ayuntamiento de Zaragoza, con experiencia en participación ciudadana, que les brindó la plataforma IdeaZaragoza para la publicación y recogida de proyectos.
CIBICO sigue la metodología de doble convocatoria de personas promotoras y colaboradoras. Coincidiendo con el 24 de octubre, Día de las Bibliotecas y Día de Acción frente al Cambio Climático, se lanzó la primera convocatoria. El laboratorio se realizó los días 15 y 16 de diciembre de 2023. De las trece propuestas recibidas se eligieron cinco, cuyo acompañamiento resultaba factible con los recursos de la biblioteca y abarcaban el amplio espectro de la acción climática
De las trece propuestas recibidas se eligieron cinco cuyo acompañamiento resultaba factible con los recursos de la biblioteca y abarcaban el amplio espectro de la acción climática. En primer lugar, en el ámbito educativo-escolar y de comunidad de barrio, se seleccionó El patio de Agustina del CEIP Agustina de Aragón, donde se prototipó la apertura y renaturalización de su patio escolar como ágora natural. Además, dentro del ámbito de las comunidades de vecinos, otra de las propuestas elegidas fue Vandalización Natural, que ha generado un primer prototipo de ‘supermacetero’ para la biodiversidad llamado Sempervivum. También se seleccionó De la ecoansiedad a la ecoacción, una oportunidad para potenciar la acción frente a la crisis ecosocial y climática en el ámbito de la salud mental, las emociones y los cuidados, una propuesta que nace de personas aquejadas de ecoansiedad y profesionales en el tema. Asimismo, en el ámbito de la comunicación del cambio climático se eligió ImagCCrea. Generación colectiva y colaborativa de imágenes locales para la ComunicaCCión climática, que surge dada la dificultad de contar con bancos de imágenes locales y positivas de la acción climática. Y, por último, desde el ámbito del compromiso institucional y político, se seleccionó Ensambla. Espacio reflexivo para la activacióN de una aSAMBLea ciudadanA sobre cambio climático, impulsado por individuos del mundo de la ciencia y el activismo ambiental.
La formación teórica previa, a través del curso llevado a cabo por el ya mencionado GT de Laboratorios Bibliotecarios del CCB, Cómo montar un laboratorio ciudadano en bibliotecas y otras instituciones culturales, así como el apoyo y la mentoría, fue imprescindible para poner en marcha CIBICO.
Este laboratorio no solo ha atraído a nuevos públicos a la biblioteca, sino que también ha fidelizado a los ya existentes, al descubrir la energía grupal de la co-creación y el potencial de la biblioteca para acompañar esas ideas: aportando recursos, integrando propuestas en la programación y conectando personas.
En estos momentos CDAMAZ sigue acompañando el desarrollo de los prototipos y el despliegue de los grupos de trabajo, acogiendo acciones de los proyectos dentro de su programación: talleres, fases de formación, reuniones de trabajo, etc. Habrá una segunda convocatoria de CIBICO en 2025, puesto que se ha planteado que el laboratorio tenga lugar cada dos años, de modo que se pueda terminar el ciclo de acompañamiento y seguimiento de los proyectos que también empiezan a interaccionar entre sí.
Desde el CCB y el Grupo de Trabajo de Laboratorios Bibliotecarios animamos a todas las bibliotecas a sumarse a la metodología de los laboratorios bibliotecarios. Estas iniciativas ofrecen a los usuarios y usuarias la oportunidad de participar de forma activa, comunitaria e innovadora en los proyectos de sus bibliotecas.
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