Entrevistamos a Isabel Martínez Llorente

Entrevistamos a Isabel Martínez Llorente, responsable del proyecto ganador del Sello CCB 2023 de Bibliotecas Escolares “Modalidad B”

Entrevistamos a Isabel Martínez Llorente, responsable del proyecto ganador del Sello CCB 2023 de Bibliotecas Escolares “Modalidad B”

El “Plan Lector de Centro: animación a la lectura y educación medioambiental”, del IES Mariano Baquero Goyanes, en Murcia, se alzó con la distinción Sello CCB 2023 en la tipología de Bibliotecas Escolares, Modalidad B. Este centro educativo está situado en la periferia de la ciudad de Murcia, donde el 25% del alumnado proviene de más de 20 países distintos y enfrenta dificultades con el idioma, el fomento de la lectura se ha convertido en una herramienta esencial para trabajar y perfeccionar el lenguaje.

El proyecto se expande a cinco espacios de actuación diferenciados: el aula, la biblioteca escolar, el entorno extraescolar, el entorno web y toda una red de centros educativos. ¿Cómo abordar la animación a la lectura en el centro escolar? ¿Cómo lograr que esto tenga impacto más allá de los muros del instituto?

https://www.youtube.com/watch?v=z8iFR1YNZGU

Hoy hablamos con Isabel Martínez Llorente, directora del Plan lector de Centro, acerca de los orígenes de esta iniciativa, cómo fue acogida por los alumnos y su impacto en la actividad cotidiana del centro escolar.

  • ¿Qué representa el Plan Lector dentro de toda la programación de actividades del centro escolar?

El Plan Lector debiera ser la columna vertebral de cualquier centro educativo, puesto que el proceso de enseñanza-aprendizaje tiene su germen en la comprensión lectora. Un alumno que no es capaz de comprender lo que lee, difícilmente leerá una novela, pero tampoco será capaz de resolver un problema de matemáticas. La lectura es una tarea de todas las áreas, y cualquier Proyecto Educativo de Centro debería albergar un Plan Lector en el que confluyesen todas las materias con una metodología precisa para conseguir el éxito académico del alumnado.

En nuestro caso, el Plan Lector se configura como uno de los proyectos que más relevancia y notoriedad ha ido adquiriendo en el centro a lo largo de los seis cursos que lleva desarrollándose. Implementamos acciones interdisciplinares que mejoran la comprensión lectora de nuestro alumnado y desarrollamos múltiples actividades de diversa índole que sitúan la biblioteca escolar como un espacio clave para el aprendizaje y la animación a la lectura. Sacamos la lectura de las aulas y todos los espacios del centro se convierten en espacios educativos: las paredes sirven para crear comunidades de lectura a través del Panel del Lector, una herramienta en la que compartir gustos y recomendaciones lectoras; de los techos cuelgan creaciones de alumnos en torno a la temática del proyecto (“Construimos el aire”, “Diccionario del mar”, “Ahorra energía” …).

Hacemos públicas nuestras actividades para que llegue a las familias y al entorno a través de dos blogs: Lecturas sin plastificar y Jardín abierto; y actualmente, también en la cuenta de Instagram @planlectormb. Este salto a la sociedad ha conllevado que nuestro modelo se haya convertido en un ejemplo para otros centros no solo de nuestra región, sino de todas las geografías. Nos llegan solicitudes de formación a centros, colaboraciones con escritores, editoriales… A través del Centro de Profesores y Recursos de la Región de Murcia y del INTEF trasladamos nuestra metodología a otros docentes para que la red de alumnos que leen más no deje de crecer. Por todo ello, podríamos afirmar que el Plan Lector es ya una seña de identidad del IES Mariano Baquero Goyanes, como lo son el programa Bachibac u otros proyectos que mejoran el clima de convivencia en el centro.

  • ¿Cómo se relacionan la lectura y la educación medioambiental?

Es relativamente sencillo. Se trata de actuar dentro y fuera del aula. Nuestra metodología parte del trabajo silencioso y paciente en el aula con el alumnado: trabajamos de forma interdisciplinar una serie de estrategias antes, durante y después de la lectura utilizando un “Cuadernillo para la mejora de la comprensión lectora” diseñado en exclusiva para este proyecto y que obedece a los procesos cognitivos que se dan a la hora de leer. La temática de los textos queda a la elección de cada profesor, de cada claustro: en nuestro caso, elegimos el cuidado medioambiental cuando el proyecto nace en el curso 2018-2019 como Proyecto de Innovación Educativa colegiado por la Consejería de Educación de la Región de Murcia con el nombre “Lectura sin plastificar”. Trabajamos un gran número de textos desde todas las áreas y en todos los niveles: lo que cambia es el objetivo de lectura. La importancia de cuidar los océanos puede ser abordada desde múltiples perspectivas (o materias): la acidificación del agua, la oceanógrafa Silvia Early, las islas de plásticos… De este modo, los ODS que tienen que ver con el cuidado del entorno han sido objeto estos años de múltiples lecturas que nos llevan a mejorar dentro del aula los procesos de comprensión lectora y la educación medioambiental. Fuera del aula, trabajamos para que esos lectores que están haciéndose cada vez más competentes lean más. ¿Cómo? Desarrollando múltiples actividades que los acerquen a la biblioteca y a la lectura de forma voluntaria, por placer; creando una comunidad de lectores; presentándoles a escritores e ilustradores; convocando concursos de escritura (cuentos, microcuentos, lemas); desarrollando talleres de teatro, rap, lettering; invitándolos a hacer booktrailers, pódcast, anuncios publicitarios… La temática de estas actividades puede ser, también, medioambiental.

  • ¿Están más concienciadas las nuevas generaciones en el cuidado del medio ambiente?

Indudablemente, sí. Nosotros hemos sido testigos de ello. El curso 2018-2019 fueron los propios alumnos quienes tomaron la iniciativa para no utilizar plásticos en la celebración del Día de Santo Tomás de Aquino, día festivo para la comunidad escolar en el que se hacen paellas en el patio del centro promoviendo la convivencia. Nació del propio alumnado la idea de que ese día nadie utilizase plásticos. Así, diseñaron un cartel ofreciendo alternativas al plástico (lo que da cuenta de que no solo hay una concienciación, sino que también hay un espíritu de mejorar los problemas de esta sociedad ofreciendo soluciones).

El profesorado apoyó, obviamente, la iniciativa y la puso en conocimiento del Ayuntamiento, que también colaboró obsequiando a los alumnos con vasos reutilizables y mochilas. Desde entonces hasta ahora hemos realizado estudios energéticos de los hogares, se han planteado acciones concretas (partiendo del análisis del texto en el aula) para reducir el uso de plásticos, para aminorar nuestra huella energética… Y han dado un paso más: han ideado productos sostenibles, soluciones a la contaminación… No son aún viables, pero siempre he sostenido que para conseguir algo, primero hay que soñarlo. No se habría llegado a la luna si un ser humano no hubiese pensado que algún día se haría realidad. Nuestros jóvenes son muy conscientes del problema medioambiental que tenemos y son, también, responsables y creativos. No todo está perdido, estoy segura de ello.

  • ¿Qué relación tienen estas nuevas generaciones con la lectura?

Es un tema espinoso. Este proyecto nace de la sensibilidad de un claustro que detectó como problema la baja puntuación del alumnado en comprensión lectora. Cuando se inició el proyecto una alumna me confesó en el pasillo: “profesora, a mí me gusta leer, pero me da vergüenza decirlo”. Cuando pregunté en voz alta a quién le sucedía lo mismo, tímidamente vi miradas cómplices. Y entonces surgió la idea de invertir la situación: que la lectura salga de dentro, salga de las aulas, inunde los pasillos y las puertas, que leer sea lo normal y el hecho de no hacerlo se convierta en lo excepcional. Así, en el centro conviven los recreos activos en los que se desarrollan prácticas deportivas con las “Lecturas en Alta Voz”, el ciclo de lecturas en las que compartimos textos, dramatizaciones, etc. Y no somos raros por leer. El último Informe sobre Jóvenes y Lectura de la Fundación Sánchez Ruipérez afirmaba que casi un 27% de adolescentes confesaba que “tú lees y te miran raro”. Hemos conseguido que en nuestro centro esta afirmación sea una rareza. Tenemos que llegar más allá de leer en la pantalla de las redes sociales: hay que promover espacios de lectura compartida en torno a un libro de papel, debemos crear rincones en bibliotecas y en muchos otros lugares que acerquen a nuestros jóvenes al contacto real, con un tempo lento, sin interrupciones, entre el libro y él o ella.

  • ¿Qué demandan los estudiantes actuales de la biblioteca escolar?

Demandan nuevos títulos, actualización de fondos. No sé cómo se gestiona en otras regiones de nuestro país, pero en Murcia atender esta demanda es casi una heroicidad de los centros. No hay una financiación específica para las bibliotecas escolares; tampoco personal experto de biblioteconomía y documentación en la gestión de estas. La biblioteca escolar se organiza con un profesor del claustro que, voluntariamente, realiza formación en horario no lectivo para aprender a catalogar títulos, hacer el expurgo, ordenar… Y no hay una figura (como existe el coordinador de riesgos laborales, por ejemplo) que represente la coordinación de un Plan Lector de Centro, que no es lo mismo que gestionar una biblioteca escolar. El Plan Lector debe estar dirigido por una persona que tenga este cargo reconocido y formación específica en el proceso lector para plantear acciones interdisciplinares que animen a leer a nuestros jóvenes, el coordinador de biblioteca ha de organizar fondos y generar nuevos espacios de lectura no solo en la biblioteca sino en todo el centro. Ambos deberían tener una reducción horaria contemplada en el cupo de cada centro y no quedar esto a la inquietud o voluntad de equipos directivos. Por su parte, la administración, bien Cultura, bien Educación, debería aportar financiación específica para que podamos atender las desideratas de jóvenes de 12, 13, 14 años que ¡nos piden libros porque quieren leer! Estos serán los futuros “consumidores” de cultura: acudirán a las bibliotecas municipales, irán a las librerías, al teatro, al cine… Todo empieza (o podría empezar) en las bibliotecas escolares. Si queremos una sociedad empática, democrática y solidaria hemos de comenzar por fortalecer la cultura.

  • ¿A qué Objetivos de Desarrollo Sostenible consideran que contribuye su proyecto?

Hemos trabajado dentro y fuera del aula los siguientes ODS: 6º. “Agua limpia y saneamiento”; 7. “Energía asequible y no contaminante”; 12. “Producción y consumo responsables”; 13. “Acción por el clima”; 14. “Vida submarina”; 15. “Vida de ecosistemas terrestres”.

Los hemos abordado desde la lectura de textos en el aula con una recreación artística de estos al final del proceso lector, pero también organizando múltiples actividades que han ahondado en estos ODS: una representación de una adaptación de la obra de teatro El río basurero, en la que se denunciaba la contaminación del entorno del río; una performance dirigida por voluntarios de Greenpeace en la que reflexionamos sobre el poder del grupo para cambiar conductas que dañan nuestro planeta; exposiciones sobre el agua, la energía renovable; una publicación que recupera la obra del poeta Sánchez Bautista en la que más de setecientos alumnos reflexionan con creaciones interdisciplinares sobre la belleza del entorno paisajístico de la Región de Murcia…

Al mismo tiempo que trabajamos en esta línea, vamos planteando actividades que animan a los alumnos a leer por placer cualquier tipo de obra (cómic, manga, libros ilustrados…) y a acercarse sin miedo a la lectura de los clásicos de la literatura universal mediante proyectos como “Apadrina un clásico”, en el que los alumnos apadrinan un personaje o autor y se disfrazan de este; o “Classic box”, en el que ellos mismos construyen una caja muy especial que contiene el contexto, argumento, personajes y actualización de obras como La Celestina, El Lazarillo o el Quijote y se convierten en los tutores de alumnos de cursos inferiores para contarles estas obras y acercarlos a ellas a través de un juego inventado por ellos mismos.

  • ¿Por qué consideran que es importante la colaboración entre bibliotecas?

Es fundamental porque se pueden optimizar recursos y enriquecer la experiencia de acercarse a una biblioteca, esto es, la biblioteca es mucho más que una sala de estudio. Hay que alejar esta idea de las conciencias más jóvenes y han de contemplar las bibliotecas como espacios dinámicos en los que las actividades culturales pueden suponer una opción muy atractiva para su tiempo. En nuestro caso, la colaboración con la biblioteca municipal de Santiago el Mayor es constante, con ella desarrollamos el club de Lectura Fácil para nuestro alumnado TEA, y hemos organizado una Lectura en Alta Voz (La fábrica de los malos humos) en colaboración con esta.

  • ¿Qué supone la Distinción Sello CCB para su biblioteca?

Es un distintivo que nos hace mucha ilusión: un reconocimiento a muchos años de trabajo muy intenso no contemplado en ningún horario… Los sucesivos claustros de nuestro centro han tirado de creatividad y de energía para animar a los alumnos a participar en todas las actividades que hemos ido planteando. Ahora, un reconocimiento nacional otorgado por un jurado especializado con representación del Ministerio de Cultura es un premio que nos avala: nuestra metodología está siendo la correcta; nuestras iniciativas, ahora, están colegiadas por quienes tienen la autoridad de hacerlo. Esto nos da alas para seguir trabajando en esta línea y nos da la oportunidad de pedir en voz alta más recursos para las bibliotecas escolares y un reconocimiento a los docentes encargados de gestionar tanto estos espacios como de coordinar los planes de lectura de los centros educativos. Es urgente, porque si queremos que nuestros jóvenes lleguen a alcanzar el máximo de sus posibilidades en consonancia con los dictados de instituciones como la OCDE o la UNESCO, debemos empezar por ayudarles a descubrir la magia de la lectura que habita, para muchos alumnos, entre las paredes de la biblioteca escolar. Los personajes han de escapar de los libros para encontrar su hogar en las almas adolescentes. Y estaremos creando una sociedad más compasiva… Esto también es urgente.

Desde el Consejo de Cooperación Bibliotecaria (CCB) damos la enhorabuena al ganador del Sello CCB 2023 en esta categoría y animamos a que otras bibliotecas participen en otras convocatorias.

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