Desde el Consejo de Cooperación Bibliotecaria continuamos compartiendo entrevistas a quienes mejor representan el colectivo de profesionales de bibliotecas de nuestro país. En esta ocasión, nos presta su atención la presidenta del Col·legi Oficial de Bibliotecaris i Documentalistes de la Comunitat Valenciana (COBDCV), Amparo Pons, Bibliotecaria de L’ETNO – Museu Valencià d’Etnologia.
¿Nos puedes recordar los orígenes y trayectoria de COBDCV?
La iniciativa de creación de un colegio profesional en la Comunidad Valenciana surgió en el año 2000 de la Asociación de Bibliotecarios Valencianos (ABV). Dos años más tarde, con la publicación del anteproyecto de ley, se unió a la propuesta y diseño de los estatutos la Asociación Valenciana de Especialistas de las Información (AVEI). Durante años se trabajó por unir en el colegio los diferentes intereses profesionales hasta que finalmente en el año 2006 se aprobó la ley de creación del Col·legi Oficial de Bibliotecaris i Documentalistes de la Comunitat Valenciana (Ley 6/2006, de 9 de junio). En febrero de 2007 tuvo lugar la Asamblea Colegial Constituyente, donde se aprobaron los estatutos y se eligió la primera Junta de Gobierno.
Este año hemos cumplido 14 años con la quinta Junta de Gobierno. A lo largo de estos años el número de miembros ha crecido, la implicación de los colegiados se ha vehiculado a través de los diversos grupos de trabajos, la formación cada vez es más diversa y de calidad, se han establecido unos hitos que nos unen a todos los miembros con gran implicación territorial: Jornada Valenciana de Documentación, Punt de Trobada y el Col·legi en ruta principalmente, la bolsa de trabajo conecta profesionales y empresas de manera ágil y transparente y la presencia del COBDCV en la sociedad valenciana cada vez es más visible por las colaboraciones y convenios firmados. En 2021 celebraremos los 15 años en la presidencia de FESABID y para un colegio tan joven como el nuestro esto no hace más que visibilizar la fuerte trayectoria del COBDCV.
¿Cuáles fueron tus motivaciones para asumir la presidencia del COBDCV?
Soy la colegiada número 290 del COBDCV y nunca antes había formado parte de una Junta de Gobierno del Colegio, por lo que la decisión que tomé para presentar la candidatura que presido tuvo un alto grado de atrevimiento y quizás una pizca de locura. Junto a los compañeros y compañeras de candidatura encontré el convencimiento de presentar un proyecto que fortaleciera la posición que el COBDCV había logrado los últimos años y que aportase mejoras.
Personalmente lo que más me motivó fue el vínculo que he creado en los últimos cuatro años con la comunidad bibliotecaria valenciana a través del proyecto cooperativo que coordino desde la Biblioteca de L’ETNO. Espanta la por ha hecho que me conozcan y confíen en mí y, a cambio, los profesionales bibliotecarios me han demostrado que son un colectivo fuerte, innovador y con ganas de trabajar unidos. Principalmente por todos ellos dí el paso adelante.
Asociaciones vs. Colegios profesionales ¿qué diferencia hay? ¿Cuáles son los motivos para colegiarse y cómo valoras la visión de los colegios profesionales a nivel nacional? ¿Y en la Comunidad Valenciana, concretamente?
El COBDCV nació de dos asociaciones que buscaban posicionar al sector y tener más fuerza y presencia para defender a sus miembros. A grandes rasgos la diferencia entre asociación y colegio radica en el régimen jurídico. Un colegio profesional está sujeto al derecho público, representa el interés público, se aprueba a través de una ley, solo puede existir uno en el territorio de aprobación y exige las titulaciones académicas para pertenecer a él. Éste es el requisito para participar como colegiado de derecho pleno. Sin embargo, en nuestro estatuto se contempla también la figura del colegiado adherido para aquellos profesionales no titulados que acrediten una experiencia mínima de dos años y que no se colegiaron en los tres primeros años de vida del COBDCV cuando se abrió una moratoria. La desventaja es que no tienen derecho a votar en asamblea.
En un sector tan diverso como el nuestro, caracterizado por la multidisciplinariedad y por los accesos tradicionalmente desde otras titulaciones, la exigencia de una titulación específica no deja de ser motivo de discrepancia en algunas ocasiones. El COBDCV defiende la actualización de accesos de las titulaciones específicas para profesionalizar el sector, a la vez que trabaja intensamente por ser un órgano integrador que una a todos las situaciones profesionales con el objetivo de ayudar a todos sus integrantes en la actualización, formación y aprendizaje. Necesitamos ser un colegio profesional fuerte para todos los miembros por igual y en la Comunidad Valenciana lo estamos consiguiendo.
¿Los motivos para colegiarse? Creo que el testimonio de Josep Darás, bibliotecario de Onda y miembro del COBDCV, en nuestra actual campaña de colegiación nos ofrece la clave perfecta: «desde que entras a formar parte del COBDCV puedes tener claro que (y lo percibes enseguida), nunca caminarás solo».
Pertenecer al COBDCV permite mejorar las condiciones profesionales de sus miembros a través de la formación y el acceso a las ofertas de trabajo, defender los intereses colectivos e individuales a través del servicio de asesoría jurídica, estar informados y actualizados y lo más importante: sentirse acompañados no solo por el colegio, sino por todos los compañeros y compañeras que lo forman. Ahí está la clave.
¿Qué crees que el Consejo de Cooperación Bibliotecaria (CCB) puede aportar a las asociaciones, y en concreto a la COBDCV?
El CCB aporta a las asociaciones y colegios herramientas de trabajo para la defensa y posicionamiento del sector. Es importantísimo para nosotros el trabajo que se hace desde grupos como Perfiles profesionales , Programas de formación o Prospectiva. Estamos representados en algunos de ellos a través de FESABID – como ya sabemos, si somos COBDCV, somos FESABID – pero quizás deberíamos tener una comunicación más directa de los estudios y resultados.
¿Qué acciones podría emprender el CCB para fomentar la participación de las asociaciones y colegios profesionales en la actividad que desarrolla?
Me sumo a la propuesta que os hizo Ariel Brito sobre crear un grupo de trabajo de asociaciones y colegios dentro de CCB pensando principalmente en las asociaciones que no forman parte de FESABID y no cuentan con la federación como punto de encuentro, intercambio y conexión. Y insistiría en la mejora del contacto y comunicación directa del CCB con todas las agrupaciones de profesionales.
Desde COBDCV proporcionáis a los profesionales muy diversas propuestas de formación. ¿Por qué crees que es importante la formación continua en nuestra profesión?
El COBDCV siempre ha invertido mucho esfuerzo en la vocalía de formación, actualmente dirigida por Borja Fuster. Sin una buena formación no hay actualización y por tanto renovación. Y eso es lo que necesitamos: una profesión capaz de enfrentarse a los nuevos paradigmas de la sociedad informacional.
Los profesionales de la gestión de la información tenemos el reto de saber adaptarnos a las nuevas condiciones tecnológicas y a las necesidades de la sociedad y no podemos permitirnos el lujo de dejar pasar la oportunidades para posicionarnos como agentes del cambio de la gestión de la información cuya clave está en la gestión de los datos, los procesos y el conocimiento colectivo, como bien vimos en nuestras últimas jornadas.
¿Cuáles son los objetivos por los que más trabaja COBDCV en estos momentos?
Los principales objetivos en los que trabajamos en la actualidad son:
- La defensa de la profesión a través de la renovación de nuestro servicio de asesoría jurídica y el trabajo con el anteproyecto de ley de la Función Pública Valenciana.
- La actualización del sistema de la bolsa de trabajo, presentada recientemente por la vocalía de trabajo que dirige Fran Ricau, la cual mejora enormemente la gestión de los datos de los miembros de la bolsa y la transparencia del sistema. La bolsa de trabajo es la conexión directa de las empresas y servicios con nuestros colegiados.
- La presencia del COBDCV en todo el territorio valenciano y la visibilidad del colectivo a través de la colaboración y participación con otras entidades.
Todo ello sin olvidar la formación, la comunicación, los servicios al colegiado, los grupos de trabajo, los proyectos con las bibliotecas públicas dentro del convenio con la Dirección General de Patrimonio y Cultura de la Generalitat Valenciana y la fuerte campaña de colegiación que hemos emprendido.
Desde el 2011 celebráis las Jornadas Valencianas de Documentación. ¿Cómo gestionáis su organización y qué aportan este tipo de encuentros al sector?
El 14 de febrero de este año celebramos la V Jornada Valenciana de Documentación “Profesionales para una ciudadanía informada” que supuso una llamada a la acción tras anteriores jornadas dedicadas a la reflexión sobre nuestra profesión. Esta quinta edición quería remover conciencias para ir directos a reivindicar el papel destacado de los y las profesionales de la información y la documentación en la gestión del cambio, la gestión de datos, de procesos y del conocimiento colectivo.
Toda la gestión organizativa la llevamos a cabo desde el COBDCV. El comité organizativo lo forma el personal del COBDCV y algunos miembros de la Junta que durante meses trabajan para que todo el diseño del comité científico pueda ejecutarse. En esta relación no puedo olvidar en ningún caso la aportación de los voluntarios, estudiantes de la Universitat de València, que viven desde dentro la locura que supone el desarrollo de una jornada con 4 ponentes, 6 participantes en la mesa redonda, tres talleres, dos de ellos simultáneos, y 150 asistentes a los que hay que atender y cuidar en un espacio enorme y con unos horarios muy marcados.
Esta jornada es un punto de encuentro y de intercambio para los profesionales, un hito imprescindible para mantener la conexión del sector, la actualización de conocimientos y en definitiva la apertura de nuestra mente a otras necesidades que en nuestro día a día laboral quizás ni pensamos. Un día intenso de reflexión y agitación que no dejó indiferente a nadie. Ha sido el primer año que hemos condensado todo en un día y repetiremos la fórmula.
En relación al momento actual que nos está tocando atravesar, ¿cómo habéis vivido en la Comunidad Valenciana la llegada del Covid-19 y cómo han reaccionado las bibliotecas?
El Covid-19 llegó como un tsunami para el que no estábamos preparados. Esa historia ya os suena a todos y en la Comunidad Valenciana no fue diferente. La vida bibliotecaria desde el pasado 13 de marzo la ha marcado la incertidumbre constante pero desde mi punto de vista hemos atravesado tres fases claras:
- Una primera fase de estado de shock y de incredulidad donde nadie sabía qué pasaba, ni cómo tenía que actuar. En estos primeros momentos el COBDCV estuvo atento a las medidas que tomaba cada administración con sus servicios bibliotecarios y los primeros días fue un auténtico caos.
- Una segunda fase en la que fuimos asimilando que esto iba a durar mucho y llegó la acción de los profesionales. Con los centros cerrados empezaron a multiplicarse las iniciativas en línea donde el protagonista fue e-biblio indudablemente, junto a dos líneas de trabajo principales: la animación lectora y la recopilación documental sobre cómo se vivía el confinamiento. Se puso en marcha la imaginación y la proactividad de los profesionales a la vez que se demostró que cojeamos de contenidos digitales.
- Una tercera fase la marcó la llegada de esa nueva palabra, la desescalada. Con ella llegó el pánico a no saber qué significaba eso, qué tenían que hacer y cómo actuar. La preocupación era común: no perder la confianza de la ciudadanía que tanto había costado ganar y que todos volvieran a las bibliotecas.
Las bibliotecas han sido ágiles, empáticas y proactivas en todo momento gracias a la actitud y aptitud de sus profesionales. Constantemente han estado presentes para la ciudadanía pero esta pandemia ha abierto la caja de pandora: la falta de contenidos digitales y la falta de conocimientos de los usuarios en la gestión de la información digital e incluso de los mismos catálogos en línea.
¿Qué iniciativas habéis tomado desde el Col·legi en esta etapa de crisis? ¿Qué acciones tenéis previstas para los próximos meses?
A nivel interno se implantó el teletrabajo, toda la formación programada se adaptó a digital y tuvimos que cancelar hasta el próximo año actividades presenciales como el Punt de Trobada que estaba programado para el mes de mayo en Dénia.
A nivel externo, desde el minuto cero estuvimos haciendo seguimiento de cómo se estaba viviendo esta nueva situación entre los profesionales y presentamos propuestas de acción a la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana (GVA).
Decidimos estar presentes y que los miembros del COBDCV así lo sintieran y para ello creamos las Píldoras formativas. Eran sesiones en línea de corta duración (45 minutos) gratuitas y exclusivas para nuestros colegiados y colegiadas a las que nos conectamos cada semana, algunas semanas hasta dos veces, para formarnos sobre temas diversos: herramientas y recursos para el teletrabajo, trabajar con seguridad en la nube, gestión documental, selección de materiales como álbumes ilustrados, juegos, libros para la pequeña infancia, el mapa de bibliotecas en Wikidata, etc.
El día 15 de marzo, dos días después de la declaración del Estado de Alarma, ya teníamos programada la primera sesión para el día 26 de marzo sobre el uso de LinkedIn para los profesionales de la información, y la última, tras 11 píldoras, la realizamos ya en plena desescalada el 28 de mayo. Fuimos ágiles y rápidos y estas sesiones no solo nos permitieron seguir formándonos sino también encontrarnos, saber que no estábamos solos y poder hablar de las preocupaciones del sector sobre la situación en la que nos encontrábamos.
La otra gran acción del COBDCV durante este periodo fue la creación de la Comisión de Urgencia para la Desescalada del COVID-19 formada por 10 profesionales de la documentación, los archivos y las bibliotecas que trabajó a contrarreloj para establecer la propuesta de protocolo de la desescalada de los servicios de información valencianos, una para archivos y otra para bibliotecas, que se caracterizaron por su exhaustividad y concreción de medidas. Estas propuestas fueron adoptadas por la Generalitat Valenciana para dar forma a los protocolos oficiales. El COBDCV consiguió avanzarse a las indicaciones oficiales de la administración para orientar a los profesionales en la adaptación de las medidas en sus servicios. Este trabajo del COBDCV lo agradecieron muchísimo nuestros colegiados y también los no colegiados.
Para los próximos meses tenemos cerrada toda nuestra programación formativa en línea y mantendremos el teletrabajo. Ojalá podamos participar activamente en la Feria del Libro de Valencia con nuestro encuentro habitual entre libreros y bibliotecarios, y lo que más deseamos es poder llevar a cabo el 14 de noviembre en la ciudad de Requena el Punt de Trobada bajo el título “Lectura pública, bibliotecas y despoblación”, donde por fin nos reuniremos físicamente. Cruzaremos los dedos para que todo esto sea una realidad pero nos mantendremos alerta y coordinados con la GVA para hacer de nuevo efectivos los protocolos creados si fuera necesario.
La crisis del COVID-19 ha sido una prueba de fuego para el COBDCV. Han sido meses de constante trabajo y verdadero esfuerzo de todo el equipo y del cual me siento muy orgullosa. La maquinaria del COBDCV se activó por y para todos sus miembros y creo que todos y todas también se sintieron orgullosos de formar parte del COBDCV.
Desde el CCB damos sinceramente las gracias a Amparo Pons por su atención y colaboración para la realización de esta entrevista, gracias a la que conocemos detalladamente la actividad del COBDCV.
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