La innovación en bibliotecas es una idea constante en nuestras instituciones. Se plantea como una mejora tanto en su funcionamiento interno como en su funcionamiento externo, de cara a las comunidades para las que trabajan, lo que supone cambios en su gestión y en los servicios que ofrecen.

Es por esto que la innovación puede verse desde diferentes puntos de vista, como pueden ser el tecnológico, de acceso a la información, de gestión interna, de servicios, de actividades… Todos ellos con la finalidad común de mejorar la respuesta a las necesidades de la comunidad de usuarios para la que trabajan.

De la misma manera, esta innovación implica abordar todos esos desafíos desde diferentes perspectivas, como son los espacios de servicio, la colaboración, el encuentro, el desarrollo, la integración, la educación, la sostenibilidad, el acceso, la inclusión e, incluso, la salud, entre otras.  Siempre teniendo en cuenta hasta dónde se quiere llegar o con qué objetivos se plantea un servicio o idea innovadora, y en función de las capacidades de cada institución.

El entorno bibliotecario está demostrando ser uno de los sectores que más y mejor se adapta a las transformaciones de los hábitos de los usuarios. Por eso, desde el Consejo de Cooperación Bibliotecaria (CCB) queremos hacer llegar, a todas las tipologías de bibliotecas, algunas de las líneas en las que hemos y estamos trabajando sobre innovación en este órgano de cooperación.

Por ejemplo, lo hemos hecho en el ámbito del reconocimiento de las bibliotecas dentro de la comunidad con el proyecto: Impacto Socioeconómico de las Bibliotecas, que posteriormente se desarrolló con el proyecto piloto en la Comunidad Foral de Navarra de aplicación del sistema de indicadores de impacto socioeconómico de las bibliotecas en la sociedad. Esta iniciativa ha servido, y sirve aún, para reconocer el valor de las bibliotecas dentro de la sociedad. Un programa que se ha exportado a otros países, donde han elaborado su propio estudio de valor, como es el caso del Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín.

También hemos tratado de innovar en el ámbito de la formación de bibliotecarios., Garcias al trabajo realizado sobre el Análisis de la formación continua  hemos podido conocer la situación de la formación continua de los profesionales de las bibliotecas y de este modo realizar propuestas para la mejora de su formación con vistas a adaptarse a los nuevos cambios.

En este sentido, se inició en 2019, el proyecto de las Estancias Formativas, que tiene como finalidad contribuir a la mejora de las competencias profesionales y a la formación en áreas específicas de trabajo de los bibliotecarios españoles de cualquier tipología.

Si nos adentramos en el desarrollo de la función social de las bibliotecas para favorecer la inclusión social y la incorporación de mecanismos de debate público y de participación ciudadana, podemos destacar dos de nuestras iniciativas: los recursos sobre la Función Social de las Bibliotecas  y los Laboratorios Bibliotecarios, donde se trabaja directamente con los ciudadanos para dar respuestas a las necesidades de los usuarios de las que hablábamos. Además, también desde un enfoque social, se está trabajando también desde otras perspectivas, como son el mundo rural, la agenda 2030 y la igualdad.

En lo referente al ámbito de los servicios, hay un proyecto inicialmente enfocado a Bibliotecas universitarias, pero que en estos momentos se está trabajando para ampliarse a las diferentes tipologías de bibliotecas; hablamos del Catálogo de Servicios Digitales. Con él se ha querido promover la presencia de colecciones y servicios de las bibliotecas en el universo digital.

Pero, para poder innovar, es necesario contar con un punto de partida y conocer la situación en la se encuentras nuestras bibliotecas, solo así podremos mejorar el panorama. También s trabajó en este sentido, y en 2014 se publicaba el Estudio Prospectiva 2020, que ofrecía un análisis sobre las bibliotecas en el nuevo entorno informacional y social. En él se identificaban tendencias claras de futuro para los diferentes sectores bibliotecarios. Unas tendencias que fueron posteriormente revisadas y valoradas en el Balance y proyección del Informe Prospectiva 2020.

Por último, cabe destacar todo lo concerniente a la creación del Sello CCB como un espacio donde se puede ver de manera clara cómo las bibliotecas responden con ideas innovadoras. Ideas que van de las soluciones más complejas tecnológicamente hablando, como la Web semántica y Big Data de la Biblioteca Nacional, a otras más cercanas a las comunidades a las que sirven, como el Bibliomaker de la Biblioteca de la Universidad de Granada.

Es por todo esto que, desde el Consejo de Cooperación Bibliotecaria se sigue trabajando para animar e impulsar a las bibliotecas a que trabajen y difundan las iniciativas y experiencias innovadoras en las que trabajan para que todos aprendamos y desarrollemos ideas propias para seguir avanzando en esta época de constantes cambios y trasformaciones.